Hasta en la evocación resulta irresistible una ligera emoción al recordar el juego de Perú en el Mundial de México 70. Es que Didí aprovechó las cualidades innatas de sus dirigidos para llevar a la práctica el "juego bonito" que se proclamaba en Brasil y como resultado obtuvo un equipo de corte netamente ofensivo, muy técnico, preocupado por el espectáculo.
En el sorteo previo, nuestra selección quedó agrupada en la misma serie que Alemania Federal, Bulgaria y Marruecos, debiendo jugar sus tres partido en la ciudad de León. El debut estaba previsto para l 2 de junio ante Bulgaria, pero dos días antes una tragedia enlutó al país. Fue el terremoto del 31 de mayo, que llevó muerte y desolación l norte peruano, en especial el Callejón de Huaylas, que quedó en escombros. Y en medio de esa tristeza nacional, el fútbol se encargó de brindarle una sonrisa, al remontar un marcador adverso de 2-0 para convertirlo en un triunfo espectacular con goles sensacionales de Alberto Gallardo, Héctor Chumpitaz y Teófilo Cubillas.
En su segunda presentación, Perú goleó 3-0 a Marruecos con dos anotaciones del "Nene" Cubillas y la restante de Challe. Así consiguió su pase a cuartos de final de manera anticipada, debiendo definir en su último partido de la primera ronda el liderazgo con poderoso cuadro de Alemania Federal. Ese cotejo lo perdió Perú 3-1 (los tres goles los hizo Gerd Muller y el peruano Cubillas). Quedamos segundos y en la siguiente fase debimos enfrentar al peor rival de los cuartos de final: Brasil, que pretendía su tercera corona luego de haber hecho suyas las de Suecia 58 y Chile 62. El partido debía jugarse el 14 de junio en Jalisco, Guadalajara, la sede brasileña donde estaban como en su casa.
Chocaban los dos equipos que habían mostrado mejor fútbol, pero la experiencia brasileña pesaba a la hora de los pronósticos. No obstante, los peruanos desplegaron un jugo preciosista y cayeron 4-2, siendo el único equipo que pudo hacerle dos goles al scratch, que finalmente ganó el título. Los goles brasileños fueron de Rivelino, Tostao (2) y Jairzinho. Los de Perú fueron obra de Cubillas. Con ese resultado, Perú quedó en la sétima ubicación. Pero además se hizo merecedor al trofeo "Fair Play" (Juego Limpio), que la FIFA había instituido desde ese Mundial para mejorar el comportamiento de los futbolistas, alejándolos del juego brusco y muchas veces mal intencionado. Fue una muy grata experiencia mundialista.
Texto: R.S.B.
En el sorteo previo, nuestra selección quedó agrupada en la misma serie que Alemania Federal, Bulgaria y Marruecos, debiendo jugar sus tres partido en la ciudad de León. El debut estaba previsto para l 2 de junio ante Bulgaria, pero dos días antes una tragedia enlutó al país. Fue el terremoto del 31 de mayo, que llevó muerte y desolación l norte peruano, en especial el Callejón de Huaylas, que quedó en escombros. Y en medio de esa tristeza nacional, el fútbol se encargó de brindarle una sonrisa, al remontar un marcador adverso de 2-0 para convertirlo en un triunfo espectacular con goles sensacionales de Alberto Gallardo, Héctor Chumpitaz y Teófilo Cubillas.
En su segunda presentación, Perú goleó 3-0 a Marruecos con dos anotaciones del "Nene" Cubillas y la restante de Challe. Así consiguió su pase a cuartos de final de manera anticipada, debiendo definir en su último partido de la primera ronda el liderazgo con poderoso cuadro de Alemania Federal. Ese cotejo lo perdió Perú 3-1 (los tres goles los hizo Gerd Muller y el peruano Cubillas). Quedamos segundos y en la siguiente fase debimos enfrentar al peor rival de los cuartos de final: Brasil, que pretendía su tercera corona luego de haber hecho suyas las de Suecia 58 y Chile 62. El partido debía jugarse el 14 de junio en Jalisco, Guadalajara, la sede brasileña donde estaban como en su casa.
Chocaban los dos equipos que habían mostrado mejor fútbol, pero la experiencia brasileña pesaba a la hora de los pronósticos. No obstante, los peruanos desplegaron un jugo preciosista y cayeron 4-2, siendo el único equipo que pudo hacerle dos goles al scratch, que finalmente ganó el título. Los goles brasileños fueron de Rivelino, Tostao (2) y Jairzinho. Los de Perú fueron obra de Cubillas. Con ese resultado, Perú quedó en la sétima ubicación. Pero además se hizo merecedor al trofeo "Fair Play" (Juego Limpio), que la FIFA había instituido desde ese Mundial para mejorar el comportamiento de los futbolistas, alejándolos del juego brusco y muchas veces mal intencionado. Fue una muy grata experiencia mundialista.
Texto: R.S.B.
