Ya entonces el Dr. Teófilo Salinas era presidente de la Federación Peruana y desempeñaba el cargo de tesorero de l Confederación Sudamericana de Fútbol. Presidió la delegación, que tenía como entrenador a don Juan Valdivieso. El seleccionado, como era natural, era una mixtura de Alianza y Cristal. En el primer partido Brasil nos sorprendió y ganó 1-0. Pero enseguida le ganamos Argentina 2-1 con tantos de Tenemás y Gallardo, en clara demostración que no nos afectaba mucho la altura, pues el torneo se jugaba en La Paz, aunque el triunfo contra Argentina fue en Cochabamba. Luego le ganamos 2-1 Ecuador con notaciones de Perico y Nemesio Mosquera.
El cuarto partido fue contra Bolivia el 21 de marzo en la Paz y los altiplánicos ganaron 3-2. Los peruanos tuvieron permiso para salir a cenar fuera de la concentración, pero un grupo, con mayoría aliancista, se fue de farra a un centro nocturno, donde actuaba la orquesta peruana de Blackie Coronado, que tenía como cantante a Abelardo Vásquez, notable cantante criollo y bailarín de festejo, que también dominaba el género tropical. Los futbolistas peruanas tenían el buzo al revés para que no se vieran las letras de Perú, pero al ser cosidas en máquina y con hilo rojo, igual se notaba. Los hinchas bolivianos ofendieron a los jugadores peruanos y Tenemos tomó un banderín boliviano y lo tiró al piso. Se armó una bronca general, pero felizmente Blackie y Abelardo, de la orquesta, entraron a aquietar la situación, pero periodistas bolivianos conocieron del bochorno y lo publicaron al día siguiente. El enviado especial de "Expreso" había sido Alberto Romero, periodista honesto, verás e intransigente, quien también dio cuenta del incidente, mientras el resto hacía causa común con el Dr. Salinas y negaron la farra y la bronca. Fue una guerrilla de papel, que Romerito defendió con ardor frente a los convenidos de la prensa que nunca faltan. No hubo culpables, ni sancionados.
Pero en el siguiente encuentro sólo pudimos igualar 1-1 con Colombia, mientras que en la despedida, en Cochabamba, Paraguay nos goleó 4-1. Esa denuncia sustentada de Romerito y la forma como la mayoría de los demás periodistas se alineó con el Dr. Salinas, me marcaron profesionalmente y fue causa para admirar siempre a don Alberto Romero, mi maestro también en el ámbito del criollismo.
Texto: R.S.B.